2 jul 2008

IV

Mirada que recorre la periferia del ser y una parte salvaje se suaviza en

caricia, sumerge, perfora, franquea sumiso deseo.

Siempre el mismo con otro disfraz intenta atardar el tiempo.

Inventa soles en la noche y se encarama al hilo de una voz fundida bajo

la fina piel de la palabra.

Lo sabe todo, lo cree todo, bordea ese desfiladero de angustia.

El sentido se afina, se adelgaza hasta oír el ruido de la luna que asoma.

Ojos verdísimos que se tornan violetas,

sonrisa inicial que se congela al

instante:

develamiento del alma.

Una brecha que aparece cicatrizada comienza a agrietarse, hace pactos

con el aire.

Taconea la noche su boquita pintada.

T.Durán Laserna.

2 comentarios:

Fernanda dijo...

Que flor de escritora sos Tere!!!!!Me encanta lo que hacés. Publicate más escritos, dale. Besos. Fer

Anónimo dijo...

Hola Tere! Soy Ale! Lo prometido es deuda... Nena que poesia te mandsate! Me encanto! No te tenia escrivbendo así. Buenisimo todo. Besos

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